Filosofía y método
de mis talleres


La filosofía central por detrás de los talleres, desafíos y propuestas de escribir.me es que escribir hace bien. No importa si lo hacés con el fin de publicar o con la intención de registrar tu vida y ordenar tus pensamientos, escribir es una práctica que da bienestar en sí misma. Creo que no seremos más felices cuando publiquemos si no somos felices cuando escribimos. Por eso, muchas de mis propuestas están pensadas como prácticas personales y no con el objetivo de formar "autores publicados". En ese sentido, mis talleres no son los típicos talleres literarios (que también están buenísimos para aprender y mejorar), sino que se enfocan más en soltar la mano, en jugar con la escritura, en disfrutar la práctica y en convertirla en un hábito de manera natural y orgánica.

🔹Escribir es como hacer deporte. Para estar en forma, hay que entrenar. Si no escribís hace mucho (o si nunca lo hiciste), te va a costar arrancar, pero es normal, y entenderlo nos ayuda a tenernos más paciencia. Nadie puede correr una maratón sin un entrenamiento previo. ¿Por qué, entonces, le pedimos eso a nuestra escritura? Creo que los ejercicios cortos y la escritura cronometrada son como los abdominales de la escritura, y pienso que 10 minutos de escritura al día siempre son mejores que 0 minutos de escritura al día. Al igual que en el deporte, puede que de vez en cuando tengas que salir a la cancha, competir o jugar un partido, pero lo que más se disfruta, y a lo que se vuelve cada día, es la rutina de practicar, aún cuando no tenés ganas.

🔹Escribir es un proceso (y no hay que quemar etapas). Un texto terminado nunca sale de una. Un texto tampoco sale si lo juzgamos antes de que exista. Un texto no sale si queremos que sea perfecto. Lo único importante es poner palabras en el papel —como salgan, desordenadas, incoherentes— para poder seguir construyendo a partir de eso. Sino, es como intentar decorar una casa que todavía no tiene techos ni paredes. Cada etapa se merece su tiempo y su manera de encararla: jugar al hacer borradores, ponernos más serios al hacer las correcciones. Releer, repetir, y releer y repetir otra vez. Escribir requiere, ante todo, paciencia.

🔹La escritura se puede encarar de varios ángulos. Por eso, en mis talleres me gusta combinar y compartir distintos tipos de ejercicios:
- ejercicios cortos y cronometrados para soltar la mano y saltearse al censor interno
- ejercicios de journaling para poner en práctica la observación y el registro diario de eventos y pensamientos
- ejercicios introspectivos y de autoconocimiento para descubrir qué historias tenés para contar y empezar a sacarlas
- ejercicios de generación de ideas para ir creando una fuente propia de material
- ejercicios lúdicos (y a veces un poco ridículos) para que te permitas jugar y dejes que salgan cosas inesperadas

Mi objetivo es ayudarte a escribir más y mejor a través de ejercicios concretos y de herramientas aplicables.